Por Rosa Isela García Pantoja
Presidente de AMIT-YUCATÁN y Analista de Turismo
El 2022 se presenta con sus propios retos y oportunidades para la industria del turismo, mucho dependerá de factores externos e internos de cada destino; lo más importante es la habilidad para poder detectarlos a tiempo.
La transformación digital es un gran motor de desarrollo en una época en que los cambios están a la orden del día; esta tendencia se vino dando tomo más notoriedad desde el 2019 a raíz de la entropía social causada por la pandemia.
A nivel internacional con nuevas restricciones para los pasajeros con la cepa ómicron, lo que debemos de entender es que el Covid vino para quedarse, la prioridad es estandarizar los reglamentos internacionales de protocolos de bioseguridad, tanto por aire, tierra y mar.
De lo contrario los pasajeros pagarán las consecuencias por las medidas sanitarias que aplique cada país, causando grandes pérdidas a la economía mundial en todos sus sectores primarios.
Aprender a convivir con el Covid es prioridad, tenemos que tomar en cuenta que una sociedad con miedo es controlada, no tiene crecimiento ni evoluciona, perdiendo el valor más preciado de todo ser humano su “libertad”.
La Industria Hotelera durante muchos años tuvo el control del mercado, ahora es el cliente quién tiene el poder de decisión de acuerdo a sus intereses, la palabra innovación, es clave ya que de ello depende la competitividad de productos y servicios turísticos que le ofrece el destino para ser elegido de acuerdo a las tendencias actuales y generacionales.
La promoción turística en el caso de nuestro país, se la vera en serios aprietos por los grandes recortes presupuestales destinados a otro programa, agregando las políticas públicas que ejerza el gobierno federal; dependerá cómo nos vean en el extranjero, qué tan confiables seremos para la inversión, la volatibilidad de nuestra economía es otro factor que se debe de tomar en cuenta, por presiones internas y externas.
El resultado se verá una recuperación más lenta con respecto a otros países, no son los números alegres que nos mencionan será hasta 2023 principios del 2024 !hay que ser REALISTAS¡.
2022 seguirá reinando el viajero nacional se inclinará por los destinos seguros, la apuesta estará enfocada a la inversión e infraestructura al concentrar sus recursos para un futuro sostenible, teniendo en cuenta que en los próximos 8 años; tendremos un segmento de 1,000 millones de pasajeros en todo el mundo con tiempo libre, recursos económicos de 60 años en adelante que requieren otro tipo de demanda turística, creando un nuevo nicho de mercado.
Entre los estados de nuestro país habra una gran competencia para mostrarse quién es la mejor opción para visitar, el publico consumidor más informado que nunca tendrá la decisión entre la gran oferta y demanda nacional.
Lo que debemos entender es que tanto cámaras empresariales y asociaciones turísticas jugaran un importante rol en la industria; Al dar forma al turismo actual por su diversificación de productos en el mercado haciendo de su estado un motor de desarrollo económico para su región. La suma de estos actores, mejor infraestructura, voluntad política y madurez turística serán factores importantes para el posicionamiento de su estado por sobre los demás.
El mundo camina con pasos agigantados de igual forma el tejido Industrial, Comercial, Empresarial teniendo como aliados las nuevas tecnologías 4.0 cuyo poder adquisitivo ya sobrepaso y por mucho en presupuestos a varios países en el mundo actualmente.
Hoy el poder esta en la iniciativa privada, son los nuevos líderes que forman y transforman las sociedades de hoy.
